Resumen
Los depósitos de La Esperanza contienen una paragénesis metálica con Cu-Zn-Ni-Co, singular en el contexto metalogenético del noroeste de México. La mineralización se encuentra relacionada con el contacto entre un pórfido de 89–90 Ma y rocas carbonatadas del Paleozoico tardío. El depósito es de tipo skarn y permite distinguir una etapa de mineralización prograda de granate y piroxeno cálcico y una fase retrogradante con calcita, epidota, cuarzo, clorita, feldespato y sulfuros. Los minerales metálicos son calcopirita, esfalerita, pirita, siegenita (Ni,Co)3S4, hematita y magnetita. Los datos de inclusiones fluidas obtenidos en granate (de la etapa prograda) indican un fluido con 12.8–20.2 % de NaCl eq. y temperaturas de homogeneización (Th) de 480 – 680 °C. Las inclusiones en cuarzo y calcita del skarn retrogradante indican un fluido con 12.8–18.6 % de NaCl eq. y Th entre 180 °C y 190 °C. Las inclusiones primarias en fenocristales de cuarzo del pórfido, permiten identificar un fluido sobresaturado, con una composición de 36–44 % NaCl eq. y Th totales de 270–370 °C. La composición mineralógica de los cristales de granate y las Th en sus inclusiones fluidas, sugieren que la formación del skarn progrado tuvo lugar a altas temperaturas, entre 500 °C y 680 °C y presiones del fluido inferiores a 600 bar. Las temperaturas en cuarzo y calcita del skarn retrogradante son consistentes con una formación a temperaturas inferiores a 380 °C y presiones de fluido inferiores a 50 bar. Se considera que los fluidos que ocasionaron la depositación de granate, cuarzo y calcita proceden de una misma fuente, de origen magmático, y que fueron mezclados durante las etapas más tardías de mineralización con aguas meteóricas. Los datos de inclusiones fluidas en los fenocristales de cuarzo del pórfido se vinculan a fluidos magmáticos previos a la formación de los skarns.
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